Por Héctor Marrero Matías
Historiador de Los Indios de Mayagüez
En conversación con Jorge Colón Delgado sobre la calidad del equipo de 1948-49 me indicó que el verdadero escuadrón del pánico era “Los Indios de 1948-49”. A Los Cangrejeros de Santurce se les llamó así y no era para menos, tenían un equipazo pero, nunca con este equipo lograron un campeonato.
El equipo campeón 1948-49 no se confeccionó en un año. En la temporada pasada 1947-48 vieron como se les escapó el campeonato por un error de Alonso Perry en la inicial. El mismo Perry vio la bola pasar en conteo de tres bolas y dos “strikes” para cerrar el noveno y coronarse Los Criollos de Caguas como los campeones.
El primer cambio que hizo Alfonzo Valdés fue sustituir a Joe Buzas por Artie Wilson para dirigir. La liga aumento los refuerzos ese año y, “La Tribu” aprovechó muy bien esto. De una manera muy sabia sus cinco refuerzos escogidos podían jugar varias posiciones, así se mantenían en el terreno del juego constantemente.
Solo cambiaban a Alonzo Perry de primera a lanzar, o Johnny Davis de lanzar a los bosques, Wilmer Field jugaba tercera y era también lanzador, Luscius Easter jugaba tercera, primera y principalmente el bosque derecho. Artie Wilson cubría el campo corto y dirigía.
Pero los nativos no se quedan atrás. Carlos Manuel Santiago podía jugar magistralmente el campo corto o la tercera base, Carlos Bernier jugaba los bosques. De Bernier llegar a primera era un dolor de cabeza para el equipo contrario, sea por hit o base por bola el mayor estafador de todos los tiempos provocaba tensión en los lanzadores.
Tres receptores con tres estilos diferentes brindaban mayor flexibilidad a los lanzadores. Hablando de lanzadores el veterano “Cefo” Conde brindaba su conocimiento y sacaba la cría en momentos de tensión. “Nica” Bayron, “Múcaro” Rosa entre otros eran bueno bates.
En fin, un equipo flexible en sus posiciones de juego dio la oportunidad de mantener en juego a sus estelares. La sed de obtener el campeonato que se les escapó y una química de equipo nos llevó a ser los temidos Indios del 1948-49, el verdadero escuadrón del pánico.
Fuente:
Periódico El Imparcial
Cordova, Jaime. Béisbol de Corazón